¿Qué tal compadre? ¿cómo te fue el fin de semana?
– Bien Adolfo, gracias ¿y a ti?
– ¿Seguro que bien? según lo que oí, no tan bien.
– Ya te contaron que tuve una discusión con mi esposa ¿verdad? – Bueno en realidad no tan bien, efectivamente discutimos, pero es lo mismo de siempre ella quiere que cambie y bueno, ya sabes como dice la canción, esa que cantaba José José:
“Eso que tú me pides es imposible
yo sé que no he nacido para rey ni para príncipe
tú quieres admirarme, te has confundido
no sirvo para estar en el altar ni ser tu ídolo
Recuerda cuantas veces te lo dije cuántas veces te advertí
Soy así nací y así me moriré
con todos mis defectos ya lo se
nunca te engañé nunca te mentí nunca lo negué
soy así y sé muy bien que nunca cambiaré
y acepto mi destino tal cual es
nunca te engañé nunca te mentí nunca lo negué”
Compadre, me extraña que piense así, después de lo que platicamos sobre los modelos metales y de que está en nuestras manos poder cambiarlos, aunque reconozco que comúnmente vivimos en una sociedad que tiene un discurso instalado que dice:
«El cambio no es posible» «Las cosas son difíciles»
Sin embargo, también te quiero recordar que el coaching es un proceso de acompañamiento reflexivo y creativo con clientes que les inspira a maximizar su potencial personal y profesional.
Te ayuda a pensar diferente, a encontrar la forma de accionar efectivamente y con responsabilidad hacia tus objetivos; mientras crece la imagen que tienes de ti mismo, mejoras las comunicaciones que mantienes y profundizas tus relaciones.
– Si Adolfo, también recuerdo el tema de la metafísica, que ya estamos dejando atrás y cambiándola por el devenir; eso de que nos vamos constituyendo continuamente en el ser que somos, que estamos siendo…
– Eso mero compadre, entonces ¿Qué pasa?
– Pues que no es fácil, una cosa es saberlo y otra hacerlo, incluso en la empresa nos pasaron un escrito sobre diferentes formas en que reaccionamos al cambio que si somos víctimas, espectadores o promotores.
– Interesante compadre, cuéntame más.
– Mira copie una tabla en mi celular, mejor te la enseño:
| Comportamiento | Actitud |
| Papel de víctima | |
| Resistencia al cambio | ¿Por qué ha tenido que ocurrirme esto a mí? |
| Enfado o deprimido | ¿Por qué las cosas no pueden quedarse cómo están? |
| Vuelve a antiguos métodos de hacer las cosas | |
| Aislamiento | |
| Incapacidad para pedir ayuda | |
| Papel crítico | |
| Buscar razones de por qué el cambio no tendrá éxito | Esto nunca ha funcionado y no creo que vaya a hacerlo ahora |
| Incapacidad para ver cualquier efecto positivo del cambio | Dudo que este cambio vaya a mejorar algo |
| Dudas y objeciones acerca de que el cambio sea apropiado o necesario | |
Papel de espectador | |
| Renuencia a participar | Si ignoro este cambio, desaparecerá |
| Esperar a que los demás decidan y tomen la delantera | No me voy a lanzar hasta que sepa que es seguro |
| Esperaré hasta que otras personas con más experiencia hayan preparado el terreno | |
Papel de promotor | |
| Buscar formas que ayuden a minimizar las reacciones negativas | Este cambio ofrece oportunidades para hacer las cosas de forma diferente |
| Buscar las causas o las razones que se encuentran detrás del cambio | Es una oportunidad para hacer las cosas de una mejor manera |
| Encontrar formas de ser útil y sustentador en la implementación del cambio | Estoy seguro de que cometeré errores, pero aprenderé de ellos |
| Buscar oportunidades para mejorar | |
| Fomentar relaciones con otras personas a las que afecte el cambio |
– Me parece muy aclaradora tu tabla compadre y dime ¿tú en qué papel te ubicas?
– Creo que ando brincando entre varios según el caso.
– Y ¿cuál crees que es el mejor? ¿En cuál papel obtendrías mejores resultados?
– En el de promotor indiscutiblemente, pero el cambio siempre es difícil, es entrar en terrenos desconocidos.
– Los espacios inciertos son espacios de aventura y exploración. No ofrecen garantías, pero sí oportunidades. Nos permiten actualizar nuestros potenciales dormidos y activar partes de nosotros mismos que ni sabíamos que existían.
– Definitivamente necesito algunas sesiones de coaching ¿tú me las puedes dar?
– Lo siento compadre, llevamos una relación muy cercana y no es recomendable, pero con gusto te presento a un colega.