– Hola compadre ¿cómo te fue con el cardiólogo?
– Muy bien Adolfo, me hizo un chequeo completo incluyendo un electrocardiograma y me dijo que estoy como un chavo de 18 años, si cuido mi salud el corazón me puede durar 100 años.
– Excelente noticia, cuéntame qué sabes del corazón.
– Sé que el latido de nuestro corazón nos acompaña desde el inicio de nuestra vida, hasta el final de la misma. Es un músculo que bombea nuestra sangre y la mantiene en circulación, late unas 115.000 veces al día, esto es una media de 80 veces por minuto o unas 42 millones de veces al año.
– No cabe duda de que desde una mirada biológica la eficiencia del corazón es admirable, pero el corazón posee otra dimensión, mucho más profunda y la podemos encontrar en expresiones populares como: escucha a tu corazón, ponle todo el corazón, sigue a tu corazón.
– Desde luego hemos escuchado esas y muchas expresiones más que resuenan en nosotros, independientemente de la edad, la religión, la educación o nacionalidad, de hecho, las encontramos en todos los idiomas, incluso en las culturas antiguas, egipcios, babilonios, griegos, chinos, aztecas, mayas compartieron una creencia y conocimiento similar sobre el corazón como fuente de inteligencia, fuerza y guía interna.
– Ya hace miles de años esas culturas percibieron que el corazón es capaz de influir y dirigir las emociones, la moralidad y la capacidad de tomar decisiones.
– Ahora la ciencia nos muestra que lo que se ha dicho durante esos miles de años es cierto.
– Actualmente sabemos que el corazón físico, es un centro de procesamiento de información en el cuerpo, podríamos decir que “piensa por su cuenta” tiene un sistema nervioso complejo llamado “cerebro del corazón y envía señales importantes al cerebro y al resto del cuerpo.
– Además produce un poderoso campo electromagnético que está marcado por tus emociones y ese campo lo perciben los demás.
– Quiero pensar tú también percibes como se sienten los otros, aunque traten de ocultarlo.
– Claro que lo notas, por eso hay personas que te hacen sentir bien o mal con solo estar a su lado, aunque no las conozcas.
– Te das cuenta de que nuestro corazón influye en todo, desde la forma en que nos sentimos, hasta la forma en que interactuamos con los demás, y nuestra salud.
– Entonces la pregunta es; si tu corazón, a nivel biológico está hablando ¿podemos escucharlo?
– Claro que podemos compadre, la próxima vez te hablo de eso y te paso un sencillo ejercicio para sintonizar con su inteligencia y vivir mejor.