⇒ ¿Qué pasó compadre? ¿Cómo va el asunto de tu trabajo?
⇒ La situación sigue complicada y allí permanezco echándole ganas, demostrando con hechos que soy el mejor en mi puesto; pero continúo teniendo muchos problemas con mi jefe, no entiende mi punto de vista ¡es muy terco!

⇒ Compadre, los problemas son cosa de todos los días, el que digas que tu jefe es terco, es un juicio. ¿Te has puesto a pensar las razones que él tiene para actuar como lo hace?
⇒ Si, lo he pensado, él busca salvar la compañía, evitar la quiebra; pero no le importa la gente.
⇒ Compadre, ¿realmente crees que las personas no le importan?
⇒ Pensándolo con calma creo que si le importan, de lo contrario ya habría cerrado sin arriesgar el dinero que le queda.
⇒ Ahora dime compadre ¿cuál es el origen de tu problema?
⇒ Pues que los dos pensamos de manera diferente, cada uno tiene su punto de vista.
⇒ Correcto, cada uno es un observador diferente y muy frecuentemente nos aferramos a nuestro propio punto de vista.
⇒ Entonces, muchos de los problemas que tenemos son generados, porque nos aferramos a defender nuestra opinión, como si fuera la única verdad.
⇒ Claro, nos encanta querer tener la razón a como dé lugar. Es decir, cada quien tiene su propia realidad. En la historia de la humanidad esto nos ha llevado a grandes problemas como las guerras, sea por pensar que nuestra religión es la única verdadera, o que nuestro sistema político es el mejor, o muchas cosas más.
⇒ Estoy pensando que para mejorar la relación con mi jefe y aprovechar las circunstancias, solo tengo que revisar mis interpretaciones.
⇒ ¡Muy bien compadre!
⇒ Solo hay un problema, esto ya lo he intentado y no he conseguido dar el salto para superar ciertos obstáculos y créeme que lo he intentado varias veces.
⇒ Compadre, para eso sirve un coach, para que puedas lograr resultados que de seguir haciendo lo mismo no podrías conseguir.
⇒ Ok Adolfo, creo que las cosas me van quedando más claras, podrías darme otro ejemplo de esto del observador y las interpretaciones.
⇒ ¿Qué pasó compadre? ¿Cómo va el asunto de tu trabajo?
⇒ La situación sigue complicada y allí permanezco echándole ganas, demostrando con hechos que soy el mejor en mi puesto; pero continúo teniendo muchos problemas con mi jefe, no entiende mi punto de vista ¡es muy terco!
⇒ Con gusto compadre te comparto la historia de un par de vendedores que leí hace poco:
• Dos representantes de una fábrica de zapatos van a África a investigar el mercado potencial que encuentran allí para sus productos. Van al mismo pueblo e investigan a la misma gente y mientras uno de ellos envía un correo a la fábrica que dice: “Mercado inexistente: aquí nadie usa zapatos”, El otro correo que llega, dice: “Mercado potencial: aquí nadie tiene zapatos”. Mientras un representante sólo puede ver lo que no hay, el otro se enfoca en la posibilidad. El “hecho” es que en ese pueblo la gente anda descalza. Pero las “interpretaciones” y posibilidades varían según el observador.
⇒ Bien, bien, es algo así como que tu mente, tus pensamientos, tienen un efecto en tu mundo.
⇒ En física cuántica, el efecto observador afirma que allí en donde pones la atención, pones la energía y en efecto afectas el mundo material (que por cierto está hecho en su mayor parte de energía). Si consideras esta idea, aunque sea sólo por un instante, empezarás a centrarte en lo que quieres, en lugar de lo que no quieres.
⇒ ¡Claro compadre! te veo en siete días.